¿Eres un abusón?...Mobbing, ¡vaya diversión!


 Autor: Remedios López León

Al hablar de mobbing se debe de entender desde distintas vertientes, en este artículo lo voy a hacer desde la perspectiva de los RRHH, la empresarial y la de los Técnico en prevención de riesgos.

Es un tema complejo y se postula como la lacra del siglo en las empresas, llegando según los últimos
estudios a niveles alarmantes,  en gran medida por la competitiva destructiva de algunos que no saben gestionar bien sus emociones y por la falta de un buen modelo educacional donde este tipo de comportamientos  sean erradicados desde sus raíces.

El reclutador de RRHH debe de tener clara a la hora de cubrir un puesto cuáles son las características personales que se busca más allá de las profesionales, nos enfrentamos a la cuestión de crear empresas con muy buenos profesionales pero no tan buenas personas o crear un grupo de trabajo integrado por buenas personas y buenos profesionales.

Debemos elegir en ocasiones entre la excelencia o el equilibrio, por desgracias no es fácil hacer entender a un empresario que busca destacar su empresa en el mercado a costa en ocasiones de todo, que el trabajador que él quiere tal vez no sea el más adecuado para la empresa.

Hay que tener en cuenta que este tipo de trabajadores que suelen ejercer el mobbing sobre otros compañeros suelen ser buenos profesionales, tal vez no los mejores, pero para nada mediocres, de ahí que resulte tan difícil hacer entender al empresario lo poco conveniente de su selección o continuidad. El problema es que son buenos y no quieren que otros que ellos consideran mejores, por motivos diversos, a veces no estrictamente profesionales, si no por características personales,  que ellos son conscientes de no poseer, de ahí que pasen a ser su objetivo a derribar.

En la última jornada técnica en materia preventiva que estuve, había una psicóloga que planteó algo muy interesante que viene a colación al tema, las neuronas vibran y hacen que transmitamos a otros, nuestro estado de ánimo. Esta cuestión viene muy a pelo respecto a lo que tratamos, ya que el acosador consigue reunir a un grupo de adeptos y seguidores, sin que tengan un justificación racional para ese comportamiento, simplemente  alguien que antes les era indiferente o no les caía mal, ha empezado a caerles fatal ¿Por qué?, las neuronas…vibran.

La base de todo acoso son los celos y la envidia, Romero (2003) habla de personalidades de corte psicopáticos, narcisista o paranoides entre otros. Algunos autores también hablan del corte psicológico de aquellos que suelen sufrir este tipo de abusos tales como:

Trabajadores envidiables dentro de la organización por su sobre cualificación.

Trabajadores vulnerables por características personales, personalidades sumisas o de corte dependiente.
Trabajadores que se consideran una amenaza para la organización ya que ponen de manifiesto las normas y pretende mejorar la cultura empresarial.

Como pueden deducir las personas que sufren acoso no suelen ser trabajadores incapaces y poco involucrados e  incapacitados, al contrario, por ello molestan más que los que están en la empresa “tipo florero” rellenado espacios fáciles de suplir por cualquiera. Podríamos en este caso recordar el principio de Peter que explica muy bien este hecho dentro de las organizaciones.

Elaborar desde la gestión de los Recursos Humanos plantillas de trabajadores competentes y competitivos pero a la vez con perfiles asertivos,  comunicativos, con capacidad de tolerancia hacia los distintos y con vocación de integración, es un reto de gran altura que sólo una gran empresa puede conseguir teniendo a los mejores no sólo en la producción o mandos intermedio o superiores si no en la gestión de personal, capaces de enfrentarse a la lógica empresarial cuando ésta no puede vislumbrar el bosque porque los “grandes” árboles se lo impiden.

Según Piñuel, el acosado puede tener distintas forma de afrontar el acoso:

1.      Activo/Asertivo ante el acosador
2.      Pasivo/sinérgico, poniendo la otra mejilla
3.      Agresivo, pudiendo el afectado usar conductas tan agresivas como el/los acosadores

Desde los RRHH se debe canalizar esta situación sobre todo dando apoyo psicológico y social a la víctima. Y orientarla  hacia los distintos procesos de actuación,  ya sean a nivel administrativo como judicial si es eso lo que desea la víctima.

En ningún caso se debe reforzar la conducta del acosador, o quitarle importancia porque aquellos que son de usar este tipo de estrategias, suelen repetir esas conductas porque en algún momento o siempre, han sido reforzados en ellas, en ocasiones para ellos sólo es un juego.  Recordemos a  Albert Bandura  y la teoría del aprendizaje social, que explica muy bien el proceso de reforzamiento como condicionante para repetir conductas que nos aportan lo que deseamos.

A nivel de materia preventiva laboral, el técnico de prevención sólo puede establecer unas pautas,  que pueden ser:


1.      Debe existir una implicación real de la dirección ante este tipo de hecho.

2.      Se debe reforzar los lazos entre los trabajadores, a través de eventos. Comidas, salidas al campo, juegos de empresa (gammificación preventiva)…

3.      Se debe de crear un protocolo de actuación.

4.      Se debe de divulgar el contenido del protocolo. Como medida de disuasión para aquellos que les guste practicar este tipo de agresiones.

5.      Protección real para los testigos de este tipo de hechos y reconocimiento de su “valentía” por parte de la dirección. Y publicitar este tipo de protección como medida de disuasión.

6.      Brindar apoyo psicológico (de un buen profesional, no todos están a la altura)  a las víctima.

Desde el punto preventivo se pueden establecer medidas preventivas y correctoras como las anteriormente mencionadas, pero la verdadera prevención se produce en la selección de personal, ya que esta gestión puede evitar daños a trabajadores (víctimas) y daños a la empresa al tener que afrontar un suceso que pone en peligro la estabilidad emocional de todos los trabajadores ya sea por ser víctima, colaborador activo/pasivo o acosador directo. Y la estabilidad productiva derivada de la anterior.

Todo ello deriva en un sufrimiento evitable si somos capaces de ver el bosque más allá de grandiosos árboles.


Bibliografia

Romero-Pérez, J. E. (2006). Mobbing Laboral: acoso moral, psicológico.Revista de Ciencias Jurídicas, (111).


Duque, M. B., Jaca, L. M., & Barea, M. J. B. (2003). La espiral del mobbing.Papeles del psicólogo14, 55-61.

Romero, J. G., & Tehusijarana, D. H. R. (2003). Mobbing y resolución de conflictos: un modelo sistemático. In Tratamiento y transformación de conflictos: métodos y recursos en conflictología (pp. 147-174). Ariel.

Aliste, Á. M. F. (2002). Reseña de" Mobbing. Cómo sobrevivir al acoso psicológico en el trabajo" de Iñaki Piñuel y Zabala. Psicothema14(1), 187-189.

OSLAN (2014). Guía del Observatorio Vasco de Acoso para la elaboración de un Protocolo sobre Conductas de Acoso Laboral. Recuperado el 20 de octubre del 2016. Disponible en http://www.osalan.euskadi.eus/contenidos/nota_prensa/ponencias_jt141121_psiko/es_nota1/adjuntos/acoso_laboral_osalan_2014.pdf


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